El hospital de Colombia que le devolvió la sonrisa a una familia venezolana

- Al mes de nacida, Victoria García Barrera fue diagnosticada en su natal Venezuela con una cardiopatía congénita compleja. En su país recibió un abordaje inicial, que terminó de forma exitosa en Colombia.
- Victoria y su familia llegaron en 2015 a la FCV, donde ha sido operada en dos ocasiones para mejorar el funcionamiento de su corazón. Hoy, con nueve años, lleva una vida normal: va al colegio y tiene como pasatiempo la práctica de gimnasia rítmica.
- Después de las intervenciones, Victoria continúa en monitoreos por la FCV para detectar cualquier anomalía y poder actuar a tiempo.
Bucaramanga, septiembre de 2022. Cada paso que Victoria García da en sus clases de gimnasia rítmica termina en sonrisas de sus padres. Es la satisfacción de ver crecer a su hija después de pronósticos desalentadores por un problema cardíaco identificado a los pocos días de nacida.
Normalmente, un corazón tiene dos ventrículos: el derecho, que se encarga de bombear la sangre hacia los pulmones para oxigenarla, y el izquierdo, que envía esa sangre oxigenada hacia todo el cuerpo. Sin embargo, Victoria nació con un solo ventrículo. El diagnóstico entregado por los médicos en su natal Venezuela fue de ventrículo único con transposición de las grandes arterias.
“El tener un único ventrículo incrementa el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, es decir que hay peligro de que el corazón no bombee de forma eficiente la sangre que todo el organismo requiere para funcionar”, afirma Iván Pinto Martínez, cardiólogo pediatra de la FCV.
Para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen esta condición, existen intervenciones quirúrgicas que se desarrollan en diferentes etapas. Con solo dos meses de vida, Victoria inició su proceso en 2013: un procedimiento conocido como cerclaje de la arteria pulmonar, que se realizó en Caracas. “Fue un poco difícil porque fue un procedimiento muy complejo, pero logramos superar todos los obstáculos. Nos mantuvimos unidos como familia para superar todo este proceso”, asegura Jerannie Barrera Sotillo, madre de Victoria.
A los dos años, cuando debía continuar con la segunda fase, los conceptos no fueron los que se esperaban. “Aquí en Venezuela nos dijeron que por su condición no podían avanzar y que teníamos que esperar hasta que Dios quisiera. Entonces empezamos a buscar información para una nueva opinión y llegamos en 2015 a la FCV, en Colombia”, recuerda Barrera Sotillo.
Luego de realizar los análisis correspondientes, en junta médica se decidió llevarla a quirófano para “hacerle la cirugía de Damus, con el objetivo de garantizar que la sangre que llega a ese ventrículo único saliera de manera adecuada por la aorta hacia todo su cuerpo. Durante ese mismo procedimiento se realizó también la cirugía de Glenn bidireccional para garantizar igualmente un buen flujo pulmonar”, explica Pinto Martínez, cardiólogo pediatra de la FCV. La cirugía fue un éxito y los resultados positivos se hicieron evidentes: desapareció la cianosis (coloración azul de la piel) producida por tener menos oxígeno en el cuerpo y finalmente pudo llegar al peso estándar para su edad.
Atención Integral
Desde la primera intervención en 2015, Victoria y su familia han viajado cada tres o seis meses a Colombia a controles. Para garantizar su comodidad, la institución puso a su disposición la casa de huéspedes, un espacio que cuenta con todas las comodidades para albergar a los pacientes internacionales.
“En esos momentos de angustia siempre es importante sentirse acompañado. El personal de la casa, las enfermeras y en general todo el personal estuvo presente las veces que necesité. Muchas gracias por su trabajo, calidad humana y dedicación”, manifiesta Jerannie.
El equipo de cardiólogos pediatras de la FCV continúa actualmente con el monitoreo constante al estado del corazón de Victoria para identificar cualquier alteración y poder actuar de manera oportuna.
