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Así fue el reemplazo de cadera que le ‘devolvió la vida’ a un paciente ecuatoriano

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  • Vivir con artrosis de cadera puede hacer los días insoportables a causa del dolor y limitar las actividades básicas diarias.
  • En un reemplazo de la cadera se retira el cartílago y el hueso lesionados y se sustituyen con piezas nuevas artificiales.
  • Las prótesis utilizadas pueden estar elaboradas en materiales como titanio, cromo-cobalto y hasta cerámica.

Bucaramanga, septiembre de 2022. El indescriptible miedo que el ecuatoriano José Vicente Endara ha sentido por cualquier tipo de cirugía, le costó, durante varios años, vivir con un fuerte dolor en su cadera y pierna derecha. Tras diversos exámenes realizados por el ortopedista en su natal Guayaquil, el diagnóstico arrojó que José padecía de artrosis en esta articulación y desde ese momento inició una lucha con su vida diaria.

Realizar actividades como ajustar sus zapatos, ir al baño o quitarse la ropa, eran realmente difíciles por su situación. El dolor, precisa José, era insoportable. “Después de pasar largos 11 y dolorosos años con una calidad de vida realmente terrible, decidí operarme. No fue fácil. Primero, visité por lo menos cinco médicos más para encontrar otra solución, pero todos llegaban a la misma conclusión: era necesario realizar un reemplazo de cadera”, cuenta el paciente.

Pese al temor, la decisión ya estaba tomada. Ahora el reto era encontrar el lugar en el que recibiría su procedimiento con absoluta confianza y tranquilidad. “El seguro médico hizo un research (búsqueda) desde Ecuador para ver las mejores posibilidades de la región y ahí fue que me dieron la opción del Hospital Internacional de Colombia, HIC, con el Dr. Luis Alberto Salazar”, afirma Endara.

Los trámites se realizaron y llegó el día para José. Viajó 832 kilómetros desde Ecuador hasta Colombia y cinco días después de su arribo, recibió su cirugía en el HIC. Los nervios, según manifiesta, eran inexplicables. “Me temblaba hasta la quijada y llegué a pensar incluso en regresarme”. Sin embargo, se armó de valor y puso su bienestar por encima de sus miedos. Su cirugía fue realizada.

Sus días cambiaron, dice, y la felicidad empezó a ser nuevamente su compañera. Ya puede caminar, salir con su esposa y hasta jugar básquet, su deporte favorito. “En este momento siento como si hubiese vuelto a vivir, es volver a tener una vida sin dolor y feliz de saber que puedo hacer nuevamente las cosas que antes no. Vivir con dolor, no es vivir”, expresa.

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Así es un reemplazo de cadera.

Generalmente los pacientes que reciben un reemplazo de cadera padecen de alguna enfermedad degenerativa, como la artrosis, o han sufrido fractura. El Dr. Luis Alberto Salazar, ortopedista del Hospital Internacional de Colombia, asegura que este tipo de afecciones se dan, en la mayoría de casos, a adultos mayores y en estos casos es importante realizar la intervención.

“El objetivo de este reemplazo articular es que se vaya el dolor y mejore la calidad de vida del paciente. Cuando se toma la decisión de realizar un reemplazo de cadera, es porque ya llegó a su estado más terminal de daño que no le permite una vida confortable”, asegura el ortopedista.

La cirugía, que puede tardar de dos a tres horas, consiste en el implante de una prótesis que va a la medida de la articulación afectada. El cirujano retira el cartílago y el hueso de la articulación de la cadera que están lesionados y los reemplaza con piezas nuevas artificiales. Estos elementos son elaborados en diversos materiales que pueden ser titanio, cromo-cobalto y hasta cerámica. “Se prueban los componentes antes de instalar los definitivos y cuando uno está seguro de que tienen una buena función y que la cadera es estable, se implantan los elementos definitivos”, afirma Salazar.

Para la recuperación, los pacientes pueden tardar entre tres y cuatro semanas para estar en condiciones de salir a caminar sin ningún tipo de ayuda, a menos de que padezcan alguna comorbilidad o tengan dependencia a elementos como bastones o caminadoras para su movilidad, según manifiesta el ortopedista.

La actividad física también es parte de su proceso de recuperación y rehabilitación. “Es mandatorio que se hagan ejercicios para activar la musculatura y mejorar la parte circulatoria de tal forma que el paciente recupere la funcionalidad y sea capaz de su autocuidado y reincorporación laboral”.

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